jueves, 29 de abril de 2010
Laura Orgué
miércoles, 28 de abril de 2010
Manifiesto Ciclista
La verdad es que a los que ya empezamos a ser un poco mayores esta ciudad llena de txirrindularis no deja de sorprendernos, queda todavía mucho por hacer, pero uno no puede dejar de recordar aquellas agrias polémicas previas a la construcción del bidegorri de La Concha y a ciertos políticos y su lapidaria frase: “En Donostia no hay cultura de la bicicleta, el bidegorri es un derroche”. ¡Coño! Cómo iba a haber cultura de la bicicleta, si no habíamos tenido los medios para edificar esa cultura.
Algo hemos mejorado y justo es reconocérselo a quienes apostaron por ello. Hoy, aparte de los incombustibles de siempre, tengo amigos y conocidos que jamás hubiese imaginado que fueran a ser capaces de ir a trabajar en bici.
Para nosotros es además un medio de entrenamiento y aquí es donde surgen los problemas, porque aunque empiece ya a haber una “cultura de la bicicleta” y hasta aquellos políticos circulen en bici por La Concha, falta, en general, la “cultura de respetar a la bicicleta” y así, salir de la ciudad por cualquiera de nuestras saturadas carreteras se convierte casi (en algunos casos por desgracia sin casi) en un asunto de vida o muerte. Lo que debería ser una actividad normal, con sus derechos y obligaciones, se convierte en un acto de heroísmo.
En el necesario esfuerzo de educación para conseguir esa cultura de respeto a la bicicleta la Administración debe jugar un papel protagonista, facilitando la construcción de infraestructuras, velando por nuestra seguridad, reforzando las leyes que nos protejan a los ciclistas y un largo etc de tareas no cumplidas.
En este Manifiesto Ciclista se reclama precisamente eso y se solicita nuestro apoyo, el de todos aquellos que alguna vez nos hemos sentido agredidos, nos hemos visto en peligro o hemos pasado miedo haciendo algo tan simple como usar la vía pública con nuestro frágil vehículo. Los que nunca hayáis tenido un susto (igual hay alguno) también podéis firmar.
Los que no estéis al corriente de esta iniciativa podéis situaros un poco sobre cómo están las cosas a través de este artículo de Ciclismo a fondo y los enlaces que podéis seguir a partir de ahí.
martes, 27 de abril de 2010
Placebo
El Power Balance causa furor y los comentarios de “yo lo he probado y puedo hacer tal o cual cosa” se extienden, como se extiende el bulo de su prohibición por parte de las federaciones de algunos deportes… ¡Fíjate si será eficaz! Si yo fuera el fabricante trataría de llegar a algún acuerdo (económico, claro) con alguna federación para que, efectivamente, me lo prohiban (si queréis, podéis captar la indirecta).
domingo, 25 de abril de 2010
Uda entrenamenduetarako planak
Tolosako eskiatzaileen denboraldia
viernes, 23 de abril de 2010
Semana montañera del CVC: IV Trofeo Donostia
Nuevas fotos del Trofreo Donostia
miércoles, 21 de abril de 2010
Noruega: Oslo, Lillehammer
Seguro que en Noruega hay miles de lugares que merece la pena conocer, pero decidimos simplificar las cosas, ya que éramos novatos en esto de viajar, Josu y yo por lo menos, y simplemente visitamos Oslo y Lillehammer.
El nerviosismo era palpable en el aeropuerto de Loiu, no por el viaje en sí, sino por las cosas que no estaban en nuestras manos como equipaje, esquís, retrasos… Las cosas se fueron tranquilizando después del trasbordo en Frankfurt y la euforia fue total cuando en Gardermoen, aeropuerto de Oslo, comprobamos que el material y el equipaje están intactos y que la nieve es abundante.
El primer día que nos despertamos en Oslo, cogimos el metro para dirigirnos a Holmenkollen, ansiosos por conocer el mítico trampolín. Inmediatamente nos dimos cuenta de que la situación no era la ideal, la línea de metro que une el centro de la ciudad con la colina estaba cerrada por obras, en su lugar autobús, no pasa nada. Pero las cosas se troncaron completamente cuando llegamos al estadio y vemos que todo estaba vallado, cerrado y en obras. Sabíamos que habían renovado todo para los mundiales del año que viene pero pensábamos que habían terminado para la Copa del Mundo de este año. Al final nos quedamos sin poder esquiar sus pistas y sin poder visitar el museo. Intentamos no desmoralizarnos, estábamos en Holmenkollen y había infinidad de pistas aparte de las de Copa del Mundo. Al final pudimos disfrutar de innumerables kilómetros, un poco pasados por agua, eso sí. Incluso hicimos algún kilometro de la pista antigua de los 50, ¡vaya cuestas!
Comentamos entre nosotros que algún día tenemos que volver a ese lugar para conocerlo elegantemente y qué mejor momento que los Mundiales del año que viene, por ejemplo a los 50 clásico, jeje, por soñar que no sea, seguro que el ambiente va a ser inmejorable.
Después de pasar dos días en Oslo cogimos el tren hacia Lillehammer, sede de las Olimpiadas del 94. Aquí no nos llevamos ninguna sorpresa “negativa” y pudimos disfrutar de inmejorables pistas incluso días soleados con nieve fresca. Si algún día tenéis la suerte de pasar por esta ciudad no dudéis en subir hasta Sjusjoen, podréis esquiar en el trazado de la Birkebeinerrennet finalizando en el estadio olímpico Birkebeiner. Incluso se puede continuar hasta la ciudad, pasando al lado de los trampolines.
Uno de los mejores aspectos del viaje ha sido experimentar la forma que tienen de vivir los noruegos el esquí de fondo. Ir en tren con botas de esquí de fondo, caminar por el centro de Lillehammer vestido de esquiador no sorprende a nadie, a no ser, eso sí, que lleves el “discreto” mono del CVC.
Después de siete días en Noruega, seis de ellos esquiando, algún que otro capricho, más dinero de lo esperado en cervezas, tocaba volver a casa, y ahora mirándolo con un poco de perspectiva, este volcán innombrable podía haber entrado en erupción una semana antes ¿no?
Xabier del Val
Podéis ver aquí algunas fotos del viaje: Oslo y Lillehamer.
lunes, 19 de abril de 2010
Bofetada histórica a los carcamales del COI
El pasado 3 de Marzo, solo tres días después de la clausura de los JJOO de Vancouver, se inauguró el nuevo trampolín de saltos de Holmenkollen, una histórica estructura sobre la que se vienen celebrando competiciones de saltos desde el año 1892. El impresionante trampolín, con una torre de 60 metros, ha sido diseñado por un estudio de arquitectura danés y como podéis apreciar en las fotos de Ioseba, está provisto de paredes laterales que protegerán a los saltadores del viento, los edificios de la parte baja para alojamiento de jueces, prensa, etc… nos dan idea de las proporciones de esta estructura que ha costado alrededor de 150 millones de euros.
El protagonismo del salto inaugural en este trampolín fue sometido a votación popular en Noruega y fue sobre una mujer, la saltadora noruega Anette Sagen, sobre la que recayó tal privilegio, un gesto cargado de simbolismo en lo que supone una auténtica bofetada histórica a los carcamales del COI, que se resistieron en Vancouver, con uñas y dientes, a la participación de las mujeres, una clamorasa exigencia desde las filas de este deporte.
sábado, 17 de abril de 2010
Donostia Trofeoa CVC Elkarteko Mendizale Astean
Han ikusiko gara elkar, nahi ba duzue. Egitaraua hemen ikusi dezakezue.
viernes, 16 de abril de 2010
Léxico curioso: el descalentamiento y el desentrenamiento
El descalentamiento es la vuelta a la calma después del ejercicio intenso o la carrera. Todos tenemos clara la necesidad del calentamiento, aunque a la hora de la verdad no lo practiquemos correctamente, sin embargo, olvidamos muchas veces el descalentar adecuadamente hasta que Xabi, siempre atento a estas cosas, nos lo recuerda.
La función del calentamiento consiste en facilitar al organismo las adaptaciones fisiológicas que le harán rendir de manera óptima en el ejercicio. La diferencia en múltiples funciones de nuestro cuerpo entre el reposo y la actividad intensa es brutal, la tensión arterial, frecuencia cardiaca, vasodilatación, temperatura corporal, transpiración, niveles hormonales e infinidad de otras constantes, se modifican para poder hacernos eficientes durante el ejercicio. Todas esas modificaciones requieren un tiempo para llegar a rendir al 100% y eso es lo que buscamos con los ejercicios de calentamiento. Pero además, el metabolismo muscular durante el ejercicio produce una serie de sustancias de desecho y parte del trabajo de nuestro organismo consiste en eliminarlas, el descalentamiento nos ayudará en esta tarea, se trata precisamente de mantener la actividad de tal manera que la eliminación de esas toxinas se vea favorecida regulando la actividad a un nivel tal que no incorpore nuevas sustancias de desecho y favorezca un aclaramiento de las mismas. Esto nos permitirá una mejor y más rápida recuperación, contribuyendo, entre otras cosas, a tolerar una mayor carga de entrenamiento en las siguientes sesiones. Tanto el calentamiento como, sobre todo el descalentamiento, incluyen ejercicios de estiramiento además de la actividad física.
El desentrenamiento es la interrupción total o parcial del entrenamiento. Tengo un amigo sedentario que una vez me oyó decir eso de que descansar también es entrenar y desde entonces sostiene muy en serio que él entrena más que yo. Con el paso de los años he descubierto el placer de “desentrenar y reentrenar”, por decirlo de alguna manera. Los deportistas, al menos los deportistas aficionados y un poco caóticos como yo, pasamos la vida persiguiendo una utopía, la forma perfecta. No conozco a nadie que cuando le preguntas te diga: –Estoy a tope, imposible estar mejor. Y sin embargo, cuando lo miras retrospectivamente, sabes que aquel verano de hace seis años estabas muy en forma, ¿te acuerdas? justo antes de que te lesionaras, porque eso es lo que suele suceder cuando uno está muy en forma y quiere dar otra vuelta de tuerca.
Lo que quiero decir es que perder la forma es a veces muy saludable, que uno no puede estar siempre a tope y que por algo el entrenamiento se planifica por ciclos que incluyen periodos de descanso o de menor actividad: desentrenar también es entrenar.
Los expertos distinguen dos tipos de desentrenamiento, de larga o de corta duración, marcando el límite entre ambos en las 4 semanas. Como podéis ver en este artículo de la revista Apunts de Medicina de l’Sport, la pérdida de valores que definen la forma física es más rápida cuanto más tiempo de entrenamiento llevemos, sufre una caída rápida durante el primer mes y luego más lenta. Por ejemplo, el aumento de la concentración del odiado lactato en sangre, en esfuerzos submáximos, se produce en pocos días de desentrenamiento. Parece concluirse de todo ello que el “estado de gracia” de una buena forma física es algo frágil y muy dependiente del entrenamiento. Caro de obtener y fácil de perder. Hay un aspecto que parece que se mantiene bien durante las primeras semanas sin entrenar y es la fuerza muscular.
De todas formas esa pérdida de capacidades no debe ser alarmante. Este artículo no habla de la capacidad de recuperarlas al reiniciar el entrenamiento, ni de los beneficios del desentrenamiento/descanso. Dependiendo del nivel y los años de entrenamiento, la recuperación de esos valores puede ser relativamente fácil.
En esto de la forma física hay un aspecto muy importante y que tendemos a pasar por alto, en general valoramos la forma física en términos absolutos, miramos el crono y lo comparamos con el de otros deportistas. Esto puede ser válido para atletas de élite que dedican sus vidas al entrenamiento y la competición y que como profesionales, valen lo que valen sus marcas. Obviamente, no podemos trasladar esa forma de verlo al campo aficionado, yo, que tengo una profesión o unos estudios y una familia que atender, que puedo (o quiero) dedicar un tiempo limitado a la práctica del deporte, puedo estar en mi tope de forma con unas marcas que están muy lejos de mi tope teórico (en función de mi edad , años de entrenamiento, genética, etc.), no saber ver que estoy en mi límite puede llevarme al sobreentrenamiento con todas sus consecuencias. Hay que contextualizar siempre el entrenamiento y no verlo como unos datos aislados sobre el papel.
martes, 13 de abril de 2010
Cien años de la 1ª competición de esquí
Como nos recuerda Francisco Tuduri en este artículo publicado en el Diario Vasco, acaba de cumplirse el centenario de la primera competición de esquí celebrada en España, ocurrió el 4 de Abril de 1910 en Berastegi y fue en una disciplina nórdica, el salto de esquí, hoy tristemente desaparecida en nuestro país, pero que gozó de cierto auge durante muchos años. Por cierto, uno de los máximos exponentes de esta modalidad, además de competir en fondo y alpino, fue Adolfo Beristain del CVC, varias veces Campeón de España de saltos en los 60. En las Olimpiadas de Sarajevo, 1984, España presentó nada menos que tres saltadores: Solá, Rivera y Joaniquet. En el año 1996 se cerró el garito y hoy en la página web de la RFEDI no encontraréis ni rastro de esta especialidad.
El tolosarra Francisco Tuduri es autor de un magnífico libro, “Cuando el esquí comienza”, cuya reseña podéis encontrar en este post de cvcfondo, un relato exhaustivo de los comienzos del esquí a través de la historia del Ski Club Tolosano.